Los Chikos del Maíz The Dome, Londres

Era necesario. Un disco así, un grupo así. Era algo que debía hacerse. Y fueron Nega y Toni El Sucio, desde Valencia, quienes decidieron aceptar la misión y devolver la política al epicentro del rap, un mensaje que conectaba con algunos de los mayores nombres del género, de Public Enemy a The Coup y Dead Prez.

Desde que surgieron a mediados de la pasada década, Los Chikos del Maíz han servido de inspiración para toda una nueva generación de MCs de dialéctica afilada que han optado por hablar en sus canciones de algo más que de la calle y la competi, abordando temas sociales, políticos, económicos… Y hacerlo sin tapujos, frontalmente, llamando a la acción.

El suyo no ha sido un camino fácil. Se han visto inmersos en todo tipo de polémicas, del tipo que serviría para hacer un tratado a fondo sobre los límites de la libertad de expresión y los peligros a los que se expone quienes deciden ejercerla al límite, pero después de todos estos años de lucha y hip hop, el dúo parece haber logrado consolidarse no sólo como la mayor referencia del rap político español, también como uno de los grupos de rap más importantes del panorama en castellano.

Ha sido gracias a “La estanquera de Saigón”, el disco preciso en el momento idóneo, donde Los Chikos del Maíz ponen sobre el tapete su madurez artística, curtida a lo largo de mixtapes y discos como “Miedo y asco en Valencia” y “Pasión de talibanes”, y de paso sirven la banda sonora perfecta para el ambiente de descontento y cambio social que vive el país, capturando el zeitgeist de manera magistral. En “La estanquera de Saigón”, Nega y Toni se erigen como dos de los MCs más inspirados de la escena y aplican al dedillo el manual del perfecto revolucionario: dilo alto y claro, que el mundo lo sepa y que el enemigo te tema.

Los Chikos del Maíz no son sólo un gran grupo de rap discutiéndole el trono a los más grandes, también son un grupo necesario. Ellos, como pocos, han sabido dar forma a un discurso de cambio y combate con un puñado de grandes canciones que corear con el puño en alto. Desde Rock Sin Subtítulos también sentíamos necesario que su música llegara a Londres y traeros hasta aquí a uno de los combos de hip hop más en forma del momento: clase y pegada. Un, dos.