VICE & VANITY

Podrían pasar por un anacronismo o un fallo de la máquina del tiempo. Pero Vice & Vanity se vanaglorian de ser unos rockeros de tomo y lomo. Y todo eso en los albores de un tecnificado siglo XXI, donde para muchos las guitarras son sinónimo de reliquias del Pleistoceno. “ Somos viciosos y vanidosos. Ten en cuenta que todo rockero tiene al menos un vicio, o más. Por otro lado, todo aquel que toca en una banda tiene algo de vanidoso, sino no te subirías a un escenario. Además, cuando se pensó en el nombre del grupo se buscó uno que con solo oírlo ya se supiera que se trata de una banda de rock & roll, y creo que Vice & Vanity cumple esa misión” , responden, en un menage a trois los guitarristas Moris y Ceci, y Dani, batería.

De su paso por aquella banda de punk-rock llamada Sarcastic Bombs, en la que arrojaron el saldo de un siete pulgadas compartido con Bonus y un único álbum, The losers of the year (2001), no queda ni una partícula de ADN. “Sarcastic fue una banda de punk´n´roll sin más pretensiones, sin embargo Vice & Vanity es una banda de rock´n´roll, es decir, aquí cabe de todo, no hay límites a la creatividad, no nos paramos a pensar si esta canción nos pega o no y esas chorradas. Todo lo que sale de Vice & Vanity si es bueno, es bienvenido” .

El año pasado firmaron junto a Rojo Omega, cuestiones de logística y amistad, un 10 pulgadas compartido en el que despachaban cuatro temas por barba. Entonces ya apuntaban maneras, aunque todo hay que decirlo, el sonido no les hacía justicia. “Las canciones del split pertenecen a una demo, fueron grabadas cuando el grupo tan solo tenía 4 meses de vida. Quizás fue precipitado, pero debíamos tener algo publicado para dejar en las salas” . Desde entonces han aprovechado bien el tiempo: bolos, tareas de composición y una maqueta grabada en el local de ensayos que les ha servido para preparar el disco, e incluso para extraer algún que otro tema para algún recopilatorio como el de Calzada News. I know everybody in the city es un disco calibrado con un sonido algo retro, a pesar de la pulcritud en la producción, y bastante redondo en cuanto a la elección del repertorio. “Hemos prescindido de nuestros estudios Janie Jones porque simplemente no existen. Además buscábamos más calidad. Estamos muy contentos con el sonido aunque es un poco suave para nuestro gusto. Lo habríamos preferido más crudo, más macarra, más rockero, pero está muy bien. Tiene la ventaja de ser más para todos los gustos. Por lo demás nos parece cojonudo. Acostumbrados a nuestras propias producciones y mezclas flipamos al escuchar el resultado final. A nivel musical creo que podemos dar mucho mas de sí. Dejemos que pase el tiempo que casi siempre es el que tiene la ultima palabra” . Varios fueron los implicados en llevar a buen puerto esta gesta, en la que tuvo parte fundamental el productor José María Rosillo (Amaral, Sexy Sadie, Duncan Dhu).

Algo que realmente asombra dada la catadura musical del quinteto. “Pepe Ugena, el dueño de Record Runner, fue el productor musical. El que ha dirigido todo el proceso y el que se peleó con Rosillo en la mezcla. La pasta la puso Vice & Vanity. Dani Pineda, es el maestro del pro-tools, un chaval que trabaja para Rosillo y es el que se tuvo que tragar todo el tostón que supone una grabación. ¡Qué paciencia tiene ese chico! A Rosillo creo que le apetecía un trabajo más macarra de lo que generalmente realiza. Se portó realmente bien con nosotros, nos hizo un buen precio y nos regaló una tarde para que grabásemos de nuevo el bajo porque en un principio su sonido no era muy bueno. Fijaos ahora en como suena. Quizás sea lo que mejor suena del disco” . El disco que será editado en Get Hip, reputado sello estadounidense, en el presente ejercicio, además de reportarles los beneficios de una gira por las américas, les ha hecho replantearse el mover los bártulos hasta la tierra del tío Sam. Miguel Ángel Sánchez Gárate