THE FLESHTONES
Incendiario. Ése es el calificativo que define un directo del mítico grupo neoyorkino encabezado por el cantante y organista Peter Zaremba y el guitarrista y vocalista Keith Streng. Con más de 25 años de trayectoria y merecida fama de grupo de culto, los años no hacen mella en el combo que mejor representó el sonido garage durante los años 80.
Formados en el 76 en Queens, son como una instantánea que refleja buena parte de la cultura juvenil de los años 60: rockabilly, garage, surf, psicodelia, rhythm’n’blues… intensidad, frescura, entusiasmo, guitarras con fuzz, órganos Farfisa, sentido del humor, aullidos, melodías pegadizas… Bien recibidos por la crítica y por sus coetáneos del punk y la new wave estadounidense.
Alan Vega (Suicide) fue uno de sus primeros valedores y quien les puso en contacto con Marty Thau, ex manager de los New York Dolls que acababa de montar el sello Red Star. En 1979 ve la luz el primer single y uno sus temas emblemáticos de The Fleshtones, American beat. A continuación y con todo un álbum ya grabado (Blast off, rescatado y publicado en el 82), el sello quiebra y fichan por Illegal Records, uno de los sellos independientes de mayor expansión.
El sello les invita a trabajar con Richard Gottehrer (Strangeloves), productor de moda del momento por sus producciones a gran parte de los grupos de chicas de la new wave (Blondie, Martha & The Muffins, Pearl Harbour & The Explossions, Holly & The Italians, The Go-Go’s…). La colaboración se salda con una nueva versión de American Beat para la banda sonora del filme Despedida de soltero y un doble directo que es de lo mejor de su carrera, Speed Connection.
Crecen los rumores de separación, máxime tras el salto de Zaremba hasta las filas de la MTV para presentar el programa The Cutting Edge. Pero el asunto finalmente se plasma en un nuevo álbum de significativo titular: Fleshtones vs Reality (Emergo, 1987). Tras un breve periodo a finales de los 90 en los que su carrera palideció tímidamente ante la avalancha del nu-metal y la resaca grunge, la alianza de Fleshtones con la independiente Yep Roc ha sido el revulsivo para la carrera de estos orgullosos portadores de largo tupé. Si Do You Swing? (`03) superó las expectativas de sus más enfervorecidos seguidores, Beach Head es más de lo que podíamos esperar.
Hay pocas bandas quepuedan presumir de alcanzar su 30 aniversario portando bajo el brazo el que quizás sea su mejor disco. Sin nada que envidiar a los se consideran sus trabajos más logrados (Hexbraker, Roman Gods) Beach Head es una lujuriosa celebración del espíritu primigenio del rock en el que a los ecos garage del pedal de fuzz y el farfisa se suman aires rockabilly, surf e incendiarias pinceladas de R&B.
Nada que no hayan hecho con anterioridad… pero en esta ocasión la fórmula da un resultado perfecto, al que resulta inútil buscar momentos de flaqueza o debilidad. Sobrado de inspiración, el cuarteto ha encontrado en el infalible Jim Diamond y en Rick Miller (Southern Culture on the Skids) el tándem perfecto para ayudar a pulir (o ensuciar, que no se sabe qué es más conveniente) el sonido de sus nuevas canciones.