RICHARD ASHCROFT
Richard Ashcroft vuelve a España. Y lo hace con la intención de presentar Human Condition, que publicará este octubre en nuestro país. Dos citas únicas para ver en directo al que fuera líder de The Verve, una de las bandas más importantes de brit pop de los 90 en Gran Bretaña y el resto de Europa.
Human Condition se intuye como uno de los lanzamientos de la temporada, un disco de rock oscuro en el que Ashcroft aprovecha para saldar cuentas con viejos miedos, fantasmas del pasado y errores amorosos.
Es normal que la publicación de este segundo trabajo, que llega precedido de entrevistas exclusivas y portadas en medios independientes, haya despertado mucha expectación. Y es que Ashcroft sabe cómo vender un disco, del que pregona que cuenta con colaboradores ilustres: el fundador de los Beach Boys, Brian Wilson; el teclista Chuck Leavell; el exbatería de The Verve, Pete Salisbury, y el músico Talvin Singh, por ejemplo.
Antes y después de The Verve
“Tenemos un lugar reservado en la historia”, comentaba Richard Ashcroft en 1993, “puede que nos lleve tres álbumes, pero entraremos en la historia”. Cuatro años más tarde, la historia le ha dado la razón.
Richard Ashcroft lideró The Verve, banda que en los últimos tiempos demostró ser el ultimo gran grupo ingles de rock & roll del siglo XX. The Verve nació a finales de los años ochenta en Wigan, una pequeña ciudad industrial del norte de Inglaterra. Además de Ashcroft, en el grupo estaban también Nick McCabe a la guitarra, Simon Jones al bajo y Pete Salisbury a la batería.
Al haber crecido juntos, The Verve fue uno de los grupos más unidos, aunque volátil últimamente, de la historia. Sus primeras composiciones salían tras largas sesiones de drogas y cargadas de frenetismo y demostraron tener un `groove´, una ambición y una intensidad que les diferenciaba del resto de bandas de su estilo.
Una palabra que siempre se ha asociado con The Verve es fe. Tanto la gente que trabajaba con ellos, los periodistas que escribían sobre ellos, los fans que les seguían, todos hablaban siempre de este grupo con absoluta convicción. Todos los que estaban ´en el mismo carro´ no dudaron nunca que The Verve llegaría a ser un grupo de masas – sin importar cómo ni qué haría falta hacer.
Richard Ashcroft más que ninguno de ellos personificaba esta fe. Los discos eran geniales, las actuaciones en directo conectaban con la audiencia y, en público a todos y cada uno de ellos les decía que este grupo iba a ser muy famoso. De ahí su temprana declaración sobre el lugar en la historia que tendrían los Verve, lo dijo en la época en la que acababan de publicar su álbum de debut, A Storm in Heaven.
Y así ocurrió, Richard se hizo notar. Aunque el segundo disco del grupo en 1995, A Northern Soul se convirtió en un clásico, lleno de confusión, fiereza y emoción, por alguna razón no consiguió conectar con el gran público y como consecuencia de esa decepción, el grupo se separaba por primera vez.
En A Northern Soul, hay dos canciones (On Your Own y History) que empezaban a mostrar la creciente confianza de Ashcroft y sus aptitudes como compositor. Por primera vez, el cantante escribía canciones fuera del cómodo marco del grupo, y fue una colección de temas escritos por él mismo que conformaron la base de Urban Hymns.
El grupo llegó a un acuerdo para acabar el trabajo de su tercer álbum que, según prometió Ashcroft, los catapultaría a la Primera División del rock. Sin embargo, ese mismo éxito y las consiguientes presiones de Urban Hymns hicieron que el grupo se disolviese definitivamente en abril de 1999. Pero qué éxito tan glorioso y magnífico.
Los dos primeros singles, Bitter Sweet Symphony y The Drugs Don’t Work, fueron dos particulares hitos de la música rock inglesa y lanzaron él álbum a estatus internacional con sie