MAMA LADILLA
Los tres individuos que hasta la fecha hemos formado este grupo nos conocíamos ya de haber tocado juntos en diversas formaciones de pop, rock y pachangas de baile. En septiembre del 94, nos juntamos para dar vida a un grupo definitivo en trío, en torno a los temas que estaba empezando a componer a tal efecto Juan Abarca. El estilo ya se iría configurando con el tiempo, aunque el punto de partida era una especie de mezcla entre la Polla, Ilegales, Siniestro total, Eskorbuto, Dead Kennedys, Toy dolls y Metallica, con letras en español y con cabida para todo tipo de bromas musicales y surrealismos en un entorno escurridizo en el que resultara difícil aplicar alguna etiqueta al resultado final. A estas influencias hay que añadir las de Ferro y Llors, que se inclinan más por los clásicos guiris (The who, Beatles, Pink floyd, etc).
En noviembre de ese mismo año, en una de las primeras actuaciones del grupo (en la sala Siroco, de Madrid), el técnico de sonido graba el concierto en la típica cinta de casette sin mezcla posterior, dando lugar a la primera demo, Directamente a la basura. Esta maqueta, que duraba media hora e incluía 16 canciones, con las letras impresas en la carátula, estaba orientada al público más que a la búsqueda de contactos. Encargamos unos cuantos cientos de copias y comenzamos a distribuirla gratis hasta la náusea. Cada miembro del grupo entregó a cada uno de sus amigos tantas cintas como amigos o conocidos potencialmente interesados tuviera. "¿Cuántas quieres? ¿diez? Pues toma quince por si acaso".
El resultado fue abrumador, teniendo en cuenta el tipo de distribución y la cantidad pequeña de cintas que salieron, sin olvidar que la fiebre de internet apenas había asomado la cabeza. Mamá ladilla comienza así a ser un grupo conocido pero del que nadie sabe nada. Muchos emocionaos todavía nos espetan hoy aquello de "La maqueta fue lo mejor que hicisteis". Qué simpáticos.
Del mismo modo, Directamente a la basura produce un desmedido rechazo a una cierta cantidad de personas, llegando a imprimirse alguna de aquellas opiniones. Comienza así el casi imposible aprendizaje: enfrentarse sin despeinarse a unas críticas que sólo son muy positivas o muy negativas. En este momento el grupo todavía está bastante verde en estos temas, y nos vemos abrumados por una respuesta emocional demasiado intensa por parte de la gente.
Gracias a la maqueta, Mamá ladilla comienza a actuar por fin con una cierta asiduidad y en mejores condiciones. Surge así el primer contrato discográfico, y en el 96 sale a la luz el primer cd: Arzobispofobia, producido por el grupo junto a nuestro amigo Daniel Sánchez. Este disco contenía una parodia de la serie Verano azul llamada Chanquete ha muerto, sin duda la gilipollez más grande del disco, que cayó bastante simpática y se convirtió por derecho propio en el tema final de los conciertos, hasta la fecha.
Las críticas negativas y positivas a ultranza se multiplican y se intensifican. El mismo día podemos leer en una revista por la mañana que Arzobispofobia es "…sin duda el peor disco del mes…" y por la tarde escuchar a algún músico amigo o conocido emitiendo elogios tremendamente exagerados. Curiosamente, la mayoría de estas críticas y elogios se refieren a la parte técnica, que es la única sobre la cual se podría emitir un juicio medianamente objetivo, pero no: el grupo toca como el culo, o bien el grupo toca como nadie de bien. La empanada mental, lejos de disminuir, crece. En esa época montamos un tema-pataleta llamado Gilipollas, arremetiendo contra las críticas destructivas. Varios periodistas a la vez se dieron por aludidos, y dejaron de emitir comentario alguno acerca de Mamá ladilla, ni bueno ni malo. El grupo se dio cuenta de que mola mucho más ser criticado que ignorado, y desde aquí mandamos un ósculo con tornillo a aquellos que aún nos siguen poniendo a caldo (o bien por las nubes), que por suerte no son pocos.