Sevilla, año 1996. Un grupo de jóvenes del barrio obrero de La Macarena criados en un entorno de drogas y música marginal deciden compaginar el parque, los marrones y las esquinas con las guitarras y los ensayos, entrando en un oscuro y diminuto local para preparar el que sería el primer disco de NARCO, “Satán vive” (Bruto/Dro/Warner – 1997), un encefalograma sonoro de las castigadas mentes de sus componentes que sitúa a la banda en primera línea del rock nacional sin pasar por la casilla de salida.

A este primer LP le siguen “Talego pom pom” (Bruto/Dro/Warner – 1999) y “Chaparrón de plomo” (Bruto/Dro/Warner – 2001), dos discos que los consolidan en un sonido crudo y brutal que va evolucionando y asumiendo nuevas formas sin abandonar nunca su esencia ni su agresividad. Sus letras relatan con habilidad experiencias psicotrópicas, noches de descontrol, negocios ilegales, ataques a la autoridad o a la hipocresía religiosa e historias protagonizadas por asesinos en serie y otros elementos antisociales. Tras años en la carretera soportando todo el catálogo de obstáculos con los que se encuentra cualquier banda que intente sobrevivir sin someterse a los gustos de la mayoría en este país de mierda, finalmente los andaluces consiguen superar las dificultades de los primeros años y hacerse un hueco en el circuito español de música en directo. Pero cuando todo parecía ir bien comienzan las dificultades.

En julio de 2003 la Guardia Civil retira 5000 copias de “Registro de penados y rebeldes” (Bruto/Dro/Warner – 2003) por contener el videojuego “Matanza cofrade”. NARCO son detenidos y acusados de vulnerar los sentimientos religiosos de los cofrades y las leyes de propiedad intelectual. Son portada de periódicos y aparecen en varios telediarios en los que se les califica de delincuentes. A los problemas con la justicia se une el abandono de la banda por parte de uno de sus dos vocalistas “Chato Chungo”. Tras una gira infernal cargada de problemas personales, violencia y disputas bañadas en alcohol y drogas el grupo se separa y sus miembros se distancian emprendiendo diversos negocios y proyectos personales.

En 2007 vuelven del extranjero varios miembros de NARCO. El azar que tantas veces les había golpeado en los huevos hace que en un concierto en una mítica sala sevillana vuelvan a encontrarse los cinco miembros de la banda. Acaban borrachos y acelerados, hablando de cómo echan de menos la puta carretera y sus aventuras. A la semana siguiente están ensayando juntos de nuevo. A principios de 2008 anuncian el lanzamiento de “Alijos confiscados 1996-2008″ (Dro/Warner – 2008), un recopilatorio que repasa toda la carrera del grupo andaluz. Al disco lo acompaña una extensa gira en la que NARCO demuestran que tienen más energía y mala hostia que nunca. A los cinco componentes originales se une un nuevo vocalista: Distorsión Morales (S Curro) que después de realizar toda la gira del retorno del grupo se une definitivamente a la banda volviendo esta a su formación original de dos cantantes, guitarra, bajista, dj y batería.

En esta última etapa NARCO no ha parado de grabar y girar. En los últimos cinco años han sacado a la luz “Alita de mosca” (Maldito Records – 2010), sin lugar a dudas su mejor disco hasta la fecha; “La rave del infierno” (Maldito Records – 2011), el primer disco español en el que una banda del estilo de NARCO es remezclada por productores de música electrónica de todo el estado; “La Sevilla del Diablo” (La Balacera – 2012), un EP a medias con el grupo sevillano REINCIDENTES; y su último lanzamiento, el disco de covers “Versiones para no dormir” (La Balacera – 2013).

NARCO no para. Mientras presentan en directo su aclamado disco de versiones ya preparan su nuevo álbum de estudio que seguramente vea la luz a principios de 2015. Si tienes la oportunidad de verlos en directo ahora que están en activo no lo dudes y hazlo, que una cosa son los planes y otra muy distinta sobrevivir para poder llevarlos acabo.